La ópera prima de Maia Gattás Vargas, Viento del este, se relaciona íntimamente con su historia de descendiente de una familia palestina por parte paterna y con la muerte trágica de su padre en 1986, a dos meses del nacimiento de la directora. La película cruza tres territorios: la ciudad de Bariloche, donde vive la realizadora y donde están su madre y abuela; el Río de la Plata, donde su padre tuvo un accidente; y Cisjordania, en Palestina, de donde vino la familia paterna. En el film, Maia viaja a Cisjordania, y entre las ruinas de las casas derrumbadas y las aguas del río Jordán, encuentra una señal del destino en el nombre de su familia.